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El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, resumió así el espíritu de la visita: “No se trata solo de diplomacia, sino de crear condiciones reales para que las empresas españolas crezcan, inviertan y generen empleo también a través de su presencia en China”
La visita de Estado de los Reyes de España a China ha reforzado la relación económica bilateral con la firma de diez acuerdos que abren nuevas oportunidades para las empresas españolas. Los compromisos alcanzados abarcan desde la cooperación tecnológica hasta el impulso del sector agroalimentario, con especial atención al porcino y la alimentación animal, consolidando a España como un socio estratégico y fiable en el mercado chino y marcando el inicio de una etapa de colaboración más empresarial y menos protocolaria.
Una visita de alto contenido económico
La reciente visita de Estado de los Reyes de España a la República Popular China ha tenido un marcado enfoque económico. Durante el encuentro entre Felipe VI y el presidente Xi Jinping, firmaron diez acuerdos bilaterales destinados a fortalecer la cooperación en innovación tecnológica, economía digital, ciencia, educación, acuicultura y alimentación animal. El objetivo de estos acuerdos es “ampliar la colaboración en sectores de alto valor añadido y a lo largo de la cadena de suministro”, pasando de una relación comercial centrada en las exportaciones a una cooperación más estratégica, basada en la creación de valor y la inversión conjunta. El encuentro, celebrado en el Gran Salón del Pueblo de Pekín, fue acompañado por un foro empresarial en Chengdú, donde participaron más de 400 empresas españolas y chinas. En él, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, subrayó el “carácter eminentemente económico” de la visita, centrada en reducir el déficit comercial y en reforzar la presencia de compañías españolas en el país asiático.
Una comisión mixta para fortalecer la cooperación empresarial
Entre los resultados más relevantes de la visita destaca la creación de una comisión mixta de cooperación económica entre España y China. Este nuevo organismo servirá como espacio de coordinación institucional para facilitar el acceso de las empresas españolas al mercado chino y resolver las dificultades que aún encuentran muchas de ellas al operar en el país. En la práctica, la comisión actuará como una ventanilla única de interlocución entre gobiernos y empresas, acelerando la aprobación de proyectos, inversiones conjuntas y procesos de certificación. Además, permitirá mejorar la comunicación en materia de normativa, estándares técnicos y homologaciones sanitarias, ámbitos donde la adaptación suele ser uno de los principales retos para las firmas extranjeras. Durante su discurso en Chengdú, el Rey Felipe VI subrayó la importancia de “seguir reforzando las condiciones de confianza y previsibilidad” para el desarrollo empresarial, al tiempo que animó a ambos países a trabajar en un marco de colaboración “más equilibrado y estable”.
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Avances en tecnología, innovación y economía verde
Los nuevos acuerdos suscritos en Pekín también consolidan la cooperación en sectores emergentes. En particular, se acordó impulsar proyectos conjuntos en inteligencia artificial, digitalización industrial y energías renovables, tres ámbitos en los que España busca posicionarse como un socio europeo de referencia para la innovación china. Asimismo, el memorando firmado incluye un apartado sobre colaboración científica y tecnológica, orientado al intercambio de conocimiento, la investigación aplicada y la formación de talento especializado. Esta línea de trabajo se alinea con los objetivos de transición verde y digital tanto de España como de China, y abre la puerta a alianzas público-privadas en sectores de gran proyección.
El agroalimentario, pieza clave en la nueva etapa
Uno de los sectores que más se beneficia de esta nueva etapa de cooperación es el agroalimentario, que ha tenido una presencia destacada en la agenda bilateral. La inclusión de la acuicultura y de los productos derivados de la alimentación animal (aceite y harina de pescado) entre los acuerdos firmados representa una oportunidad concreta para ampliar la exportación española hacia el mercado chino.
Durante la misión, representantes de la Interprofesional del Porcino (INTERPORC) participaron en los encuentros oficiales, reforzando la visibilidad del sector en un momento clave. La cooperación en sanidad animal, trazabilidad y seguridad alimentaria fue uno de los puntos tratados, con el objetivo de garantizar un comercio más fluido y confiable. Además, se abordó la situación derivada de la investigación antidumping abierta por China sobre las importaciones de porcino europeo, un tema sensible para el sector español, que representa más del 22 % del total de exportaciones agroalimentarias a China. España mantiene su posición como primer proveedor europeo de carne de cerdo al mercado chino, con exportaciones que superaron los 570 millones de euros en 2024, según datos del Ministerio de Agricultura. Los nuevos acuerdos refuerzan esta posición al facilitar procesos de certificación y control sanitario, y al abrir la puerta a productos elaborados y de mayor valor añadido, como jamones curados o subproductos premium, cada vez más demandados por el consumidor chino.
Estos avances se producen en un contexto de alta competencia internacional, donde España se mantiene como uno de los principales proveedores de carne de cerdo a China. Los acuerdos alcanzados ahora consolidan esa posición y abren el camino para incorporar nuevos productos y procesos más sostenibles y de mayor valor añadido. Asimismo, la diversificación hacia otras áreas, como la pesca, los piensos o los productos procesados, fortalece la estrategia de España de convertirse en un proveedor integral de calidad agroalimentaria para el gigante asiático.
De los acuerdos a la acción: lo que viene para las empresas españolas
Con los compromisos firmados en Pekín, comienza una nueva etapa para las empresas españolas con intereses en China. La creación de la comisión mixta, la ampliación de marcos de cooperación y la apertura a sectores de valor añadido representan una oportunidad real de expansión, pero también un mayor nivel de exigencia en adaptación regulatoria, sostenibilidad y competitividad. Para las compañías exportadoras, el reto será transformar los acuerdos en resultados: mayor acceso a licencias, incremento de exportaciones y desarrollo de proyectos conjuntos. Las empresas de tecnología, energía y agroalimentación son las mejor posicionadas para liderar esta nueva fase, siempre que adopten una estrategia de largo plazo y refuercen su capacidad de colaboración con socios chinos. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, resumió así el espíritu de la visita: “No se trata solo de diplomacia, sino de crear condiciones reales para que las empresas españolas crezcan, inviertan y generen empleo también a través de su presencia en China.”
Conclusión: una oportunidad empresarial tangible
La visita de los Reyes a China marca un punto de inflexión en las relaciones bilaterales. Los diez acuerdos firmados consolidan un nuevo marco de cooperación económica que pasa del simbolismo a la acción, con un enfoque claramente empresarial. En el agroalimentario, el sector porcino y la alimentación animal emergen como protagonistas, mientras que la innovación, la energía verde y la economía digital abren nuevos horizontes para las empresas españolas. El desafío, a partir de ahora, será mantener el impulso y convertir los acuerdos en proyectos concretos, inversión y crecimiento real.
Desde NI HAO CONECTA (NHC) seguiremos de cerca la evolución de estos compromisos y sus efectos sobre el tejido empresarial español, con especial atención a cómo se traducen en oportunidades tangibles para las compañías que están construyendo el futuro de las relaciones económicas entre España y China.