Inversión china en Iberoamérica: Los cinco sectores que lideran la agenda económica

Escrito el 23/07/2025
comunicacion


En los últimos años, la inversión china en Iberoamérica ha experimentado una evolución significativa. Si bien el comercio de materias primas fue el eje principal en las primeras etapas de la relación bilateral, hoy el capital chino está diversificándose en sectores estratégicos que van desde las energías renovables hasta la tecnología financiera.

Según diversos informes de organismos multilaterales y bancos de desarrollo, el flujo de inversión extranjera directa (IED) procedente de China hacia América Latina y la Península Ibérica no solo ha aumentado en volumen, sino que también ha ganado en sofisticación. A continuación, un repaso por los cinco sectores que más inversión china han recibido en la región.


1. Energía: transición verde con sello asiático  

El sector energético continúa siendo una de las principales prioridades de inversión. China, en su transición hacia una economía baja en carbono, busca asegurar el suministro de recursos estratégicos, pero también consolidar su liderazgo en energías limpias a nivel global.

Empresas como China Three Gorges, State Grid o PowerChina han protagonizado importantes operaciones en Brasil, Chile, Argentina y México, no solo en generación eléctrica, sino también en redes de distribución. Las renovables, sobre todo la energía solar y eólica, concentran buena parte del capital invertido.


2. Minería: litio, cobre y tierras raras en el punto de mira

La demanda de minerales para la industria tecnológica y energética ha impulsado el interés chino por la minería iberoamericana, especialmente en el llamado “Triángulo del Litio” que forman Argentina, Bolivia y Chile. Empresas como Tianqi Lithium o Ganfeng Lithium han asegurado posiciones clave en la cadena de suministro.

El cobre, con reservas relevantes en países como Perú y Chile, también figura entre los recursos más codiciados, debido a su papel en la electrificación y la infraestructura global.


3. Infraestructura: la estrategia de largo plazo

El desarrollo de infraestructura se ha convertido en una herramienta de diplomacia económica por parte de China. En América Latina, proyectos como el Puerto de Chancay en Perú, financiado por COSCO Shipping, o la participación en obras viales y ferroviarias en Argentina y Colombia, reflejan el interés por mejorar la conectividad regional con estándares globales.

Estos proyectos suelen estar respaldados por financiación estatal o por entidades vinculadas a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), aunque muchos países iberoamericanos aún no han firmado formalmente su adhesión.


4. Fintech: innovación tecnológica con capital asiático

El sector financiero no tradicional se está convirtiendo en un imán para los fondos chinos. Iberoamérica, con su alta tasa de bancarización informal y el crecimiento explosivo del uso de teléfonos móviles, representa un entorno fértil para el desarrollo de plataformas de pagos, microcréditos y seguros digitales.

Fondos de inversión como Lakala o Ant Group han invertido en startups de Brasil, México y Colombia, buscando replicar el éxito de modelos asiáticos en contextos emergentes. Las sinergias entre fintech y comercio electrónico son una de las claves del interés.


5. E-commerce y logística: más allá del consumidor

El comercio electrónico chino también ha puesto la mirada en Iberoamérica. Más allá de la exportación directa de productos, gigantes como Alibaba han empezado a explorar la creación de infraestructuras logísticas, centros de distribución y alianzas con marketplaces locales.

La posibilidad de conectar la producción iberoamericana, desde productos agrícolas hasta diseño o cosmética, con el consumidor asiático a través de plataformas digitales es una de las grandes apuestas a medio plazo.

 

 

 



Una relación en evolución constante

Lejos de limitarse a un intercambio comercial clásico, la inversión china en Iberoamérica está marcando una nueva etapa de la relación bilateral. Una etapa caracterizada por la diversificación sectorial, la búsqueda de alianzas estratégicas y el creciente interés por la tecnología, la sostenibilidad y la conectividad.

El desafío para la región será gestionar esta creciente presencia de forma equilibrada, maximizando oportunidades sin perder autonomía, y generando un desarrollo que no solo sea rentable, sino también inclusivo y sostenible.

 

 

 

Firmado por: Danil Sayah Estrada