En los últimos años, el turismo chino se ha consolidado como uno de los motores del sector a nivel mundial. Sin embargo, la gran mayoría de estos viajeros sigue concentrándose en los destinos más tradicionales de España: Madrid, Barcelona, Sevilla o Granada. Ante esta realidad, cabe preguntarse: ¿tiene sentido y viabilidad atraer turismo chino hacia la España rural? ¿Pueden regiones como Extremadura, Castilla y León o Aragón convertirse en nuevos polos de atracción?
El perfil del turista chino está cambiando
Lejos queda ya el estereotipo del turista chino que viaja en grupo organizado y pasa por Europa en una maratón de “10 países en 7 días”. Las nuevas generaciones de viajeros, especialmente los nacidos después de 1990, buscan experiencias auténticas, naturaleza, tranquilidad y contacto con culturas locales.
Después de la pandemia, esta tendencia se ha acentuado. Según datos de la plataforma Ctrip y del Ministerio de Cultura y Turismo de China, muchos viajeros chinos priorizan ahora el bienestar, el aire libre y las experiencias personalizadas frente a los circuitos tradicionales.
Esta evolución encaja perfectamente con la oferta que puede ofrecer la España rural: patrimonio, paisajes, gastronomía, silencio y un ritmo de vida diferente.
¿Qué busca el turista chino que podría encontrar en la España rural?
- Naturaleza sin masificación: paisajes abiertos, parques naturales, rutas de senderismo, observación de aves o cielos estrellados.
- Historia auténtica y bien conservada: castillos, pueblos medievales, rutas romanas o juderías.
- Gastronomía con identidad: productos locales, experiencias en torno al aceite, al jamón, al queso, a la miel o al vino.
- Hospitalidad rural: alojamientos con encanto, casas rurales, y un contacto más cercano con la gente del lugar.
España tiene todo esto, y en abundancia, pero aún no lo ha comunicado de forma efectiva al mercado chino.
Retos y oportunidades
El principal reto es la conectividad y la visibilidad. Muchas zonas rurales no están bien conectadas con aeropuertos internacionales ni aparecen en los principales canales de promoción turística en China. La presencia en plataformas como Xiaohongshu, Mafengwo o Fliggy, clave para el turista chino moderno, sigue siendo muy limitada.
Sin embargo, también hay grandes oportunidades. La creciente clase media china está explorando viajes de mayor calidad y profundidad. Además, las ciudades de segundo y tercer nivel en China —como Hangzhou, Nanjing o Chengdu— están generando un nuevo tipo de viajero con mayor sensibilidad cultural y ambiental.
¿Y Extremadura?
Extremadura, por ejemplo, tiene un enorme potencial aún por explotar: una oferta cultural impresionante, parques naturales, una gastronomía singular, cielos oscuros ideales para astroturismo, y pueblos con una historia riquísima. Además, es una región segura, accesible desde Madrid, y con capacidad para ofrecer productos turísticos únicos.
Lo que hace falta es diseñar experiencias adaptadas al público chino, mejorar la señalización e interpretación en chino en puntos clave, capacitar a los actores locales en aspectos culturales básicos y, sobre todo, visibilizar estos destinos en los canales donde el turista chino realmente busca.
Conclusión
La España rural tiene todo lo necesario para atraer a un segmento creciente del turismo chino que busca algo más allá de las grandes ciudades. Pero este potencial no se activará solo: requiere estrategia, formación, comunicación intercultural y una visión a medio plazo.
Desde NI HAO CONECTA creemos que es momento de tender puentes también en el ámbito turístico, apostando por un modelo de desarrollo sostenible, descentralizado y con impacto positivo para las comunidades locales.
Porque para muchos turistas chinos, la auténtica España aún está por descubrir.
Firmado por: Danil Sayah Estrada